Sin rastro de Steve McQueen

Decía Mr. Increíble al comienzo de la última producción de la Pixar, "Los Increíbles" que un superhéroe no podía calzar leotardos y antifaz las 24 horas del día. Los superhéroes, supongo, deben de tener un convenio de altura; sus días libres, vacaciones pagadas y extra de Navidad. Sea como sea, hay momentos en los que necesitas de las dotes de superhéroe y éste no aparece ni por asomo. Los que echamos de menos a Bruce Willis en el WTD el 11-S, nos acordamos esta noche de inverno, de Steve McQueen. Viendo por las distintas cadenas de televisión como ardía el edificio Windsor de Madrid ante la atónita mirada de los cientos de curiosos que se iban congregando alrededor del perímetro de seguridad y los millones de teleespectadores que lo hacíamos desde casa, no pude evitar acordarme de "El Coloso en llamas", película catastrófica por excelencia dirigida por John Guillermin en los setenta y en la que Steve McQueen hacía las veces de bombero-héroe de la función. Como siempre, la realidad supera la ficción. Lo hace cada día. A cada momento y sin que a veces, nos demos cuenta. No son sólo las inundaciones, los terremotos, los socavones (menuda palabreja tan de modo), el exterminio o los asesinatos selectivos. Cotidianamente, la realidad deja en pañales a la ficción más cruda. Ni tan siquiera Perry Smith era un personaje de ficción. Ojalá. Decía Arthur Miller que a él lo que le gustaba era crear personajes. Personajes de una ficción interpretada por actores. Un modo de exorcizar los atroces titulares de la prensa diaria, quizá. Esta noche lo hemos vuelto a ver. La televisión y su peligrosa tendencia a convertir en espectáculo todo lo que retransmite ha hecho del incendio del Windsor el late night del sábado noche. En Tele5 ha sido el programa de crónica rosa, "Salsa Rosa" el encargado de informar hasta pasadas las cuatro de la madrugada. No he escuchado los politonos para el móvil; me pillaría zapeando. En cualquier caso, lo que mas me ha llamado la atención, hasta asustarme, ha sido la imposibilidad de evitarlo. Los curiosos que se iban congregando en directo, aprovechaban la ocasión para hacer fotografías con sus teléfonos móviles mientras que desde casa, contemplábamos como el edificio se iba desmoronando sin que bomberos, policía o superhéroes de andar por casa pudieran hacer nada. Lentamente, las llamas van consumiendo la estructura y destruyéndolo todo. A las cuatro y cincuenta y nueve minutos de la madrugada, no hay rastro de ningún superhéroe. Ni tan siquiera de Steve McQueen.

Comments

  1. Anonymous12:40 PM

    Son malos tiempos para la lírica y para los héroes.
    Por cierto, ¿4.59h? Uff, casi nos cruzamos en el tiempo: tú te acostabas (imagino) casi cuando yo me levantaba (6.30h).

    Un saludo, Ihara.

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  2. Malos tiempos, sí. Todavía tocado por la ausencia de Miller. Pocos quedan ya. Me refiero a los pocos a los que seguir, incluso idolatrar. Un ejemplo: la muerte de Marlon Brando este verano. No es solo la muerte de Brando, es la muerte de todo un tipo de actor. La desaparición de un modo de interpretar. Me acabo de enterar que ha muerto esta noche, en Coimbra, Sor Lucía, la última superviviente del misterio de Fátima. En Portugal están de luto y en el telediario recuerdan que la última aparición pública de Sor Lucía, fue al lado de la mega estrella Mel Gibson (!!), quién le entregó una copia de su obra magna, "La Pasión de Cristo". ¿Acaso no está el mundo loco?, ¿Acaso no nos precipitamos al final de todo esto?. Por cierto, Ihara, ¿donde vas a esas horas de la madrugada?!

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  3. Anonymous1:04 PM

    De loco, nada. Como ya anticipara Baudrillard en los felicísimos 80, representación y simulacro.Todo se reduce a eso: una pequeña mascarada para seducir y/o ser seducido.
    Y sobre qué hago a esas horas -y aunque no te lo creas- leer (sigo de baja): me preparo un café, me conecto a Internet y empiezo mi sesión lectora que suele durar hasta las 13.00 ó 14.00h. El cine lo dejo para las tardes. Por cierto, hoy le toca a El corazón del ángel, que vi hace mucho tiempo y de la que sólo recuerdo la interpretación de de Niro y que me pareció fascinante. Ya veremos.

    Saludos.
    Ihara.

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  4. Leo divertido tu último comentario, Ihara, y a própósito de tu teoría sobre lo seductor y lo seducido, me imagino a la difunta Sor Lucía, arrebatada ante la presencia de Mel Gibson, antes de ver "La Pasión". Muy buena "El Corazón del Ángel". Es una película que márcó buena parte de mi adolescencia. Por todo. Recuerdo los ojos de De Niro en ese aterrador plano final, con el niño a su lado señalando a Harry Angel. Recuerdo a Lisa Bonet bañada en sangre y degollando gallinas. Ahora guardo todo eso (y mucho más) en el austero pero imprescindible DVD. Un saludo!

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  5. Por cierto, Ihara, toda mi admiración por ese horario loco que llevas. Yo soy un pelín mas nocturno, aunque a estas horas (son pasadas las cinco de la madrugada) ya comienzo a dar síntomas evidentes de automatismo. Una cosa más, la hora que aparecen en mis post no sé ni a que estado, región o country pertenecen. Me dá demasiado pereza "resetear" las piezas predefinidas. Otro saludo y recupérate pronto de esa baja (o no).

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  6. Anonymous8:22 AM

    Pues sí. Ya sé por qué la recordaba como fascinante. En contra de lo que me temía, me ha encantado.
    En cuanto a mi horario, no tiene mérito: estoy genéticamente marcado para madrugar. En cambio, para el trasnocheo...
    Y por lo que toca a la baja, ni de coña. Me encanta mi trabajo, pero llevo un mes genial haciendo lo que más me gusta: leer, ver cine y escribir.
    Voy a tu último post, que -ya por el título- tiene muy buena pinta.
    Un saludo, Francisco.
    Ihara.

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  7. Lo de Alan Parker es un ejemplo más de lo que yo llamo el síndrome "Sidney Lumet", del que hablaré en algún post un día de éstos: directores que fueron brillantes y que a día de hoy, arrastran su talento en vehículos de segunda. A Parker le tocó rodar la insulsa "Las Cenizas de Ángela" y la descafeinada "Evita" después de rozar lo más alto con "El expreso de medianoche" o "El corazón del ángel". Junto a él, los desaparecidos John Schelinger y John Frankenheimer, tipos como William Friedkin, Lumet o me atrevería a decir incluso, Francis Ford Coppola, George Lucas o Martin Scorsese. Un saludo de madrugada y buen día, Ihara!

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  8. Anonymous9:12 PM

    Creo que lo he leído con un día de retraso, pero me gusta que menciones a esos directores (sobre todo a los tres últimos)porque no sólo de cine vive el hombre.
    Un saludo,
    Ihara.

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