El paradigma Oliveira

Hace ya unos días que comenzó la nosecuentas edición del festival de cine mas importante de este insignificante planeta: Cannes. No muchos festivales pueden tener en su sección oficial a nombres como Win Wenders, Jim Jarmush, Atom Egoyam, Lars Von Trier, Gus Van Sant o Michael Haneke, relegando a secciones paralelas a nuevos genios como Kim-Ki Duk y a un ridículo fuera de concurso a Woody Allen. Precisamente era Allen el que arrancaba la primera gran ovación del certamen con la presentación de su penúltima película, "Match Point", mientras los títulos a concurso pasaban mas bien desapercibidos. Pero es que un festival se debe a su mito. Cannes se retroalimenta de los monstruos que él mismo ha creado. ¿Qué sería de Lars Von Trier sin sus dos Palmas de Oro por "Europa" y "Bailar en la Oscuridad"?, ¿sería su genio el mismo?. Pues, seguramente sí, pero Cannes no. Lo que trato de explicar es que los festivales de cine son esclavos de sus propias definiciones, aún a costa de apear a Woody Allen de la sección oficial a concurso. Un festival, entiendo, tiene que tener también algo de descubrimiento, por lo que no seré yo uno de esos críticos que habla de "películas festivaleras" que nadie ve. Ayer mismo Diego Galán, excelente corresponsal de El País en Cannes, recogía en su crónica el "sentir" de algunos críticos especializados que hablaban de una serie de directores que hacían películas para festivales. En la mayoría de los casos esos títulos nunca se distribuían fuera del circuito de los festivales de cine. Ese es, a mi juicio, el mayor fracaso de un festival; el no ser capaz de lanzar una película. No hay que echarle la culpa a Kiarostami, ni a Ghobadi ni a Oliveira, paradigma este último, junto a Angelopoulos, del cine festivalero que trasciende del palmarés. Otros no. Otros siempre llevarán su Palma de Oro a cuestas. En otro orden de cosas, comentaba también estos días Borja Hermoso en su muy descafeniado blog de cine en El Mundo.es, que Francis Ford Coppola había escrito a los responsables de Cannes 2005, con la intención de hacerles ver las excelencias dramáticas y cinematográficas de "Star Wars: Episodio 3: La venganza de los Sith", de su colega de promoción George Lucas, y aconsejar su inclusión en la Sección Oficial a concurso. Cannes ha debido desestimar los consejos de otra de sus "Palmas" ilustres y mantenerse fieles a su estilo festivalero. Y es que a veces, ser fieles a uno mismo, trae mas críticas que aplausos, pero al final de todo, es lo que te salva.

Comments