Bruce Willis Ya No Está Para Salvar El Mundo

Bruce Willis ya no está para salvar al mundo. Al menos,esa es la impresión que me desprende después de verlo cogear y sudar con una barriga de pega y un peluquín de rebaja en la por otro lado estimable "16 Calles". La segunda impresión que me causa: Bruce Willis nunca ganará un Oscar. Pero que mal actor es. Ya, hasta Ramón Langa lo hace mal. Pero Willis no es el único actor malo sobre la tierra. Mira a Tom Cruise, a Javier Cámara o a The Rock, de modo que ser mal actor tampoco quiere decir mucho. Coinciden ahora en cartelera dos títulos medio protagonizados por él. Por un lado "16 Calles", dirigida por el veterano Richard Donner que como Sidney Lumet hace unas semanas con "Declaradme Culpable" se resisten a la jubilación anticipada con la que Hollywood les quiere dar la patada. Donner,artífice de un sin fin de éxitos como "Los Goonies", "La Profecia", "Lady Halcón" o la saga de "Arma Letal" realiza una película de policías a la antigua usanza, jugando con el cronómetro y retomando la figura del antihéroe por antonomasia como instrumento de su sutil pero inevitable discursillo moral. Donner se mueve como pez en el agua por las calles atestadas de transeúntes de la infernal ciudad de Nueva York post 11 de septiembre. Parece inevitable desprenderse de las referencias, pero ahora cada vez que algún pirado secuestra un autobús en la quinta avenida, todo adquiere otro tono. Bruce Willis realiza su papel de policia en las últimas a la perfección. Willis,en su eterno rol de John McClane, y antes de que el auténtico McClane se jubile en la cuarta entrega de "La Jungla de Cristal", ensaya maneras en esta thriller urbano con cierto tufillo a geriátrico policial.

La segunda peli que estrena Willis es la rocambolesca "El Caso 7levin" de Paul McGuigan. Suerte de coctelera de géneros con imposibles y no tan deslumbrantes giros de guión como nos quiere hacer creer la tramposa y soporífera puesta en escena de McGuigan, "El Caso 7levin" es consecuencia directa del freakismo de Tarantino y la horda de imitadores que ha venido creando en los últimos años. Apelo a Tarantino por definición. Willis se reserva un papel secundario donde dar rienda suelta a su hiriente inexpresividad y de paso recordarnos que el mundo sigue a salvo. O eso se cree él. Habrá que esperar a que resucite Supermán para que el planeta vuelva a girar sobre su órbita.

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