USAr y Tirar


El instituto nacional de metereología anuncia lluvias y con ellas, el inminente final del verano. O al menos, el final de las vacaciones. No ha sido este un verano, cinematográficamente hablando, memorable. Nunca lo son, pero este especialmente se ha visto reducido a saldos, tricuelas y sesiones dobles. Tampoco en el terreno económico ha sentado precedente alguno, aunque cuatro películas hayan pasado (por los pelos) la barrera de los 300 millones de dólares de recaudación en Estados Unidos, espejo de lo que ha sucedido en la industria internacional. "Spider-Man 3" de Sam Raimi encabeza la lista, seguida por "Piratas del Caribe: El fin del Mundo", "Shrek Tercero" y "Transformers" de Michael Bay y Steven Spielberg. Cifras que por otro lado serían realmente impresionantes si no tuvieramos en cuenta los astronómicos presupuestos invertidos. Así las cosas, el verano se ha saldado semana a semana con películas para todos los públicos, previsibles en sus desenlaces, ajenas de autoría y de consumo rápido.
El estreno de "Tiburón" de Spielberg, hace ya 32 años, innauguró un nuevo modelo de explotación cinematográfica estrenando en verano, cuando la norma hasta la fecha reservaba los títulos importantes para la estación de invierno y aprovechaba los meses estivales para re-estrenos, saldos y series B para autocines y salas al aire libre. Spielberg demostró a la industria con un buen reclamo publicitario era capaz de meter a la gente en una sala de cine en pleno agosto. Y así fue (en parte gracias a los aparatos de aire acondicionado, claro está). Desde entonces, se acuñó el término de "blockbuster", entendiendo por éste a todo aquella película diseñada para arrasar en taquilla que termina con una recaudación superior a 100 millones de dólares. Hoy en día, esa barrera económica resulta cuando menos, insuficiente. El año pasado, "Superman Returns" sobrepasó los 200 millones de recaudación y fue considerada un fiasco. Su presupuesto era de 250.
Curiosamente, una de las películas mas rentables del verano en Estados Unidos ha sido "Knocked Up (Lío Embarazoso)". Una comedia adolescente de chico feo y modelo despampanante y embarazada, que con un presupuesto de 19 millones de dólares ha recaudado hasta la fecha mas de 120, mientras que piratas, hombres araña y robots alienígenas, proporcionalmente han sido auténticas decepciones, salvadas en buena medida, por el pastel internacional.
Así y todo, y motivaciones económicas al margen, el segundo balance de este verano es realmente desolador. La mayoría de los productos estrenados obedecen únicamente a patrones de mercado destinados a satisfacer al mayor espectro de público posible, perdiendo en el camino, personalidad, género, complejidad y autoría. La simplicidad agotadora de títulos como "Los 4 fantásticos y Silver Surfer", "Los Simpson: La Película" o "Spider-Man 3" evidencia la rutina con la que Hollywood explota sus franquicias y las lleva a su autodestrucción (o a la explotación directamente en DVD). A un mes de dar por finalizado el verano de 2007, esperamos todavía con cierta impaciencia "La Jungla 4.0" de Les Weiseman, "Hairspray" o los nuevos trabajos de Michael Winterbotton, Neil Jordan o Eric Rohmer que definitivamente cavarán la fosa de este verano para olvidar del que poco podemos salvar: Jason Bourne, la primera hora de "Transformers" o el cerdo-araña de "Los Simpson".

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