Habrá 'Ciempiés Humano 3'... para quien lo quiera

 
Quiero dejar claro desde el principio que soy defensor de las dos primeras entregas de la saga creada por el holandés Tom Six. Quizás por gamberra. Quizás por demostrar que escandalizarse por algo que sale (o NO SALE) en una película (o sea, FICCIÓN) es tan fútil como pensar que puedan empujar a alguien a intentar emular las mismas atrocidades en el mundo real. O quizás tan solo por que no dejan de ser dos malditos entretenimientos de cine gore bien realizados y bien interpretados, qué caramba. Y ojo, respeto y entiendo perfecamente a quién se niegue a verla o me odie por haberla visto siguiendo mi recomendación. En el título y la sinopsis está todo dicho. Verla queda bajo vuestra propia responsabilidad.

Desde luego la jugada le salió bien. En 2009 se estrenó 'The human centipede: First Sequence', en la que un mad-doctor al que le faltaba una esvástica en la frente cumple su sueño de crear un ciempiés humano a costa de unos pobres desgraciados. A partir de ahí, jolgorio. Lo más gracioso es que, a pesar de lo enfermizo de la idea, la puesta en escena nos escamoteaba la mayoría de los detalles explícitos que uno no podía más que imaginar como consecuencia de semejante aberración. La historia se desarrollaba de un modo bastante convencional y, al término de la cinta, el malestar producido es más sugerido que provocado por imágenes grotescas o, directamente, gore. Apenas las había.

Sin embargo, para la segunda entrega, 'The human centipede: Full sequence', el director ideó una jugada redonda. Riéndose de las reacciones más opuestas al primer film, decidió lanzarse a hacer una "meta-película" en la que un grotesco y silente vigilante de parking, fascinado por la primera película (el film empieza con este personaje viendo el final de aquella), decide repetir, y ampliar, el "pintoresco" experimento. Mientras la primera cinta intentaba mostrar un proceso quirúrjico, enfermizo, pero pretendidamente científico, aquí ya se desmadra la cosa. Dado que el personaje carece de conocimientos médicos, su intento de imitar el proceso hace que la película derive a un festival de carne, grapas, sanre y heces que podrían afectar al espectador más curtido. TODO lo que no se nos mostró en la (aún así, insisto, escandalosa) primera parte es plasmado aquí sin compasión alguna por nuestros estómagos. Lo único que hace más soportable su visión es el estar rodada en blanco y negro... aunque algún fluido corporal sí se muestra en su color. De los ambientes asépticos de la primera, pasamos a un entorno sórdido, lúgubre y sucio. Del "elegante" doctor Heiter, a éste monstruo mudo con, para rematar, una madre loca y posesiva. Y el proceso de creación de la "criatura"... bueno, mejor vedla por vosotros mismos (bajo vuestra responsabilidad, repito).

La segunda cinta ha sido totalmente prohibida en Gran Bretaña, recordando el fenómeno de los "video nasty" que en los 80 pusieron en pie de guerra a prensa especializada y organizaciones religiosas por sus contenidos violentos, como 'Holocausto Caníbal'. Sin embargo eso no ha impedido que su director Tom Six, ya haya anunciado que completará la trilogía con una tercera entrega que, según sus palabras, "hará que la segunda entrega parezca una película Disney". Parecer ser que el plan es recuperar a los protagonistas de ambas películas, interpretados por Dieter Laser y Laurence R.Harvey así que cabe esperar una nueva vuelta de tuerca al propio concepto de la película. Y provocación. Mucha provocación.

Por cierto, que pensando en cómo se alimentaba el bichito, me he acordado de este diálogo: